Ahora está claro que el virus causa microcefalia”, dijo el director del CDC, Thomas R. Frieden, respecto del estudio realizado por su equipo. En este trabajo, los expertos del CDC concluyen que “existe una relación causal entre la infección prenatal por el virus Zika y la microcefalia y otros graves defectos cerebrales fetales”.
Según subrayaron los CDC, la confirmación del vínculo entre el virus y defectos como la microcefalia no se debe a una evidencia única que proporcione una prueba concluyente. Pero se ha llegado a esta conclusión –tan segura que los expertos estadounidenses han decidido ser los primeros en anunciarla– tras revisar los cada vez más numerosos estudios sobre el tema, evaluándolos mediante “criterios científicos establecidos que apoyan las conclusiones de los autores”.
“Este estudio marca un punto de inflexión en el brote de fiebre zika. El próximo paso será lanzar nuevos estudios para determinar si los niños nacidos con microcefalia de madres infectadas por el virus Zika son la punta del iceberg de lo que podríamos ver sobre efectos dañinos en el cerebro y otros problemas de desarrollo”, advirtió Frieden.
Hace días que los CDC vienen avisando que el Zika es un virus al que hay que tomar más en serio aún de lo que se hace en la actualidad. En una mesa redonda, celebrada en la Casa Blanca esta semana, el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), Anthony Stephen Fauci, dijo que el virus tiene una “tendencia extraordinaria a atacar tejido neural”. Algo que se ha comprobado en los fetos, pero también en algunos casos de adultos que han presentado complicaciones más allá del síndrome de Guillain-Barré ya reportado.
“Además, algunos estudios han demostrado que el virus se queda más tiempo circulando en mujeres embarazadas que en las que no están gestando, aunque por el momento no hay conclusiones sobre qué efectos puede tener esto. Muchas preguntas siguen abiertas, incluido el espectro de defectos causados por la infección prenatal del virus Zika, el grado de riesgos relativos y absolutos entre los fetos cuyas madres se infectaron en momentos diferentes del embarazo y factores que podrían afectar el riesgo de la mujer a tener un resultado adverso de la gestación o del parto”, señaló Fauci.
Los autores defienden además la cautela mantenida hasta la fecha por la comunidad científica pese a las crecientes evidencias de la relación entre el virus Zika y las malformaciones congénitas como la microcefalia. “No es sorprendente, en vista de que la última vez que un patógeno infeccioso –el virus de la rubéola– causó una epidemia de defectos congénitos fue hace más de 50 años. Además, hasta ahora no se había podido demostrar de forma definitiva que ningún flavivirus (como el Zika) causaba defectos de nacimientos en humanos y hasta el nuevo brote, detectado por primera vez hace un año en Brasil, no se habían reportado casos de defectos congénitos relacionados con el virus Zika”, escriben los expertos de los CDC.
“La confirmación de este vínculo no significa que toda mujer embarazada e infectada con el virus Zika vaya a tener un bebé con problemas de malformación, tal como muestran los muchos casos de nacimientos de bebés sanos. Pero para lo que sí sirve es para reforzar las medidas de prevención”, dijo Frieden.
“Establecer esta relación causal entre el virus Zika y los defectos cerebrales en el feto es un paso importante para dirigir nuevos esfuerzos de prevención, centrar las actividades de investigación y reforzar la necesidad de una comunicación directa sobre los riesgos de la enfermedad”, señaló la institución.
Por el momento, sin embargo, Estados Unidos no modificará las recomendaciones ya emitidas para las embarazadas, a las que aconsejan evitar en la medida de lo posible viajar a zonas donde circula el virus Zika y protegerse de las picaduras de los mosquitos si no pueden evitar ese viaje o viven en zonas de riesgo. Si la pareja de la embarazada ha viajado a una zona con el virus, se le recomienda que se abstenga de mantener relaciones sexuales durante la gestación o que lo haga con preservativo.
Hasta el momento, Estados Unidos no ha registrado en su territorio continental ninguna transmisión local del virus Zika. Todos los casos han sido o bien importados o por transmisión sexual. Esta situación ha facilitado el estudio de las posibles implicaciones de la infección del virus, puesto que permitió descartar en las mujeres embarazadas afectadas otros factores que sí se dan en zonas donde circula el virus Zika, donde generalmente también hay otras enfermedades como dengue o fiebre chikungunya que pueden complicar el diagnóstico.
La OMS no confirma el vínculo
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que aún deben hacerse más estudios científicos para poder afirmar con rotundidad y sin lugar a dudas que hay un vínculo directo entre la infección por el virus Zika y los casos de microcefalia.
Hasta la fecha, la OMS ha afirmado que “existe un fuerte consenso científico” respecto a la relación directa entre la infección con el virus Zika y los desórdenes neuronales, sean estos en el feto o en adultos, dado el vínculo entre la aparición de casos de Síndrome de Guillain-Barré (SGB) y un contagio previo con el virus. A pesar del anuncio de los CDC, la posición de la OMS no ha cambiado.
“Hay un flujo reciente de estudios que apoyan la conclusión que existe una asociación entre el virus Zika y la microcefalia y el síndrome de Guillain-Barré. Pero es importante destacar que los científicos no excluyen la posibilidad de que otros factores combinados con la infección por el virus Zika puedan ser la causa de los desórdenes neurológicos”, explicó Tarik Jasarevic, portavoz de la OMS.
“Se necesita más investigación antes de poder sacar cualquier conclusión en esta área”, agregó.
Jasarevic agregó que la microcefalia puede aparecer como consecuencia de otras infecciones, la exposición a químicos, anomalías genéticas, y que el SGB es una respuesta autoinmune del cuerpo ante una infección que puede tener distintos orígenes.
“Cada día se publican nuevos estudios sobre el virus Zika y sus complicaciones y el ritmo de la investigación seguirá creciendo”, concluyó Jasarevic.
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Fuente: REC