Un grupo de investigación del Instituto de Inmunología Clínica y Experimental de Rosario (IDICER) estudia la relación maternofetal en la enfermedad de Chagas, es decir, qué pasa cuando una mujer que es portadora de la enfermedad está embarazada y cómo repercute esto en la generación de la futura respuesta del sistema inmune que tendrá ese bebé.
“Nuestro interés es estudiar la relación maternofetal teniendo en cuenta que el sistema inmune se autogenera en el período de gestación. De acuerdo a lo que sucede en ese momento se van formando todos los conocimientos acerca de lo que el sistema inmune va a responder o no”, indicó el Dr. Héctor Dávila, integrante del Laboratorio de Estudios en Enfermedad de Chagas del IDICER y docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario.
Dávila, quien trabaja en el tema hace más de veinte años, y dirige el equipo que integran Silvia Revelli, Griselda Dídoli y Oscar Bottasso, explicó que el sistema inmune es un conjunto de estructuras y procesos biológicos que lo protege contra enfermedades, y que detecta una amplia variedad de agentes infecciosos como bacterias, virus y parásitos y necesita distinguirlos de las células propias del organismo para funcionar correctamente.
“El bebé que se está desarrollando, su sistema inmune se está forjando en contacto con la respuesta inmune de la madre y con el antígeno de Trypanosoma cruzi”, indicó Dávila, para luego agregar que en el trabajo experimental que se desarrolló en el Instituto de Inmunología se detectaron resultados positivos. Esto significa que efectivamente la situación de la madre condiciona la respuesta inmune que va a dar su hijo.
“Se sabe que alrededor de 5% de las mujeres infectadas tienen hijos infectados. Es un porcentaje bajo, y no depende de la cantidad de parásito que tenga en la sangre la madre, pero aún no se sabe por qué sucede esto”, manifestó Dávila y añadió que en su modelo experimental en ratas también obtuvieron ese porcentaje de transmisión a la descendencia.
“En las personas que han tenido contacto tempranamente con el antígeno para T. cruzi, la respuesta inmune se ve modificada, esté o no infectada la cría; es decir, se modula la respuesta inmune de forma distinta con respecto a T. cruzi: es como si ya lo conociera”, agregó. El investigador comentó que también modifica la aparición de las lesiones histológicas, que son procesos inflamatorios en los tejidos del individuo infectado. Se disminuye significativamente el porcentaje de personas que desarrollan lesiones histopatológicas, aunque tampoco se conocen, por el momento, las causas de este cambio.
Fuente: REC