Un tratamiento contra el coronavirus aprobado en Argentina se aplica en EE.UU. a 5000 pacientes

Laura Bover, científica argentina, creó un equipo internacional de trabajo para el tratamiento del covid-19 con plasma de pacientes recuperados.

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Un protocolo aprobado en Argentina para el tratamiento del Covid19 se aplica en un estudio en Estados Unidos con cinco mil pacientes, y ya tuvo las primeras pruebas en hospitales argentinos. Se trata de una terapia con plasma de pacientes recuperados de coronavirus como método de curación para quienes hoy padecen la enfermedad.

Laura Bover, investigadora argentina del M.D. Anderson Cancer Center, lidera el CPC-19, un equipo internacional de trabajo para el tratamiento del coronavirus que cuenta con más de 60 profesionales de la salud, entre quienes se encuentra el doctor Gabriel Rabinovich.

Al conocerse las primeras noticias sobre el coronavirus en enero de 2020, Bover consideró posible la idea de utilizar el plasma (parte líquida de la sangre) de pacientes recuperados de covid-19 como método de curación para quienes hoy padecen la enfermedad. Debido a que en el plasma se encuentra gran cantidad de anticuerpos, la investigadora argentina, de formación en inmunoterapia e inmunología en la Argentina y que actualmente dirige un laboratorio de anticuerpos monoclonales en el M.D. Anderson Cancer Center, creó el grupo CPC-19.

Respecto del tratamiento, Bover explica: “Esta modalidad terapéutica de utilización del plasma no es nueva, se ha usado en otras epidemias o pandemias como la de la Gripe Española de 1918, producida por el virus H1N1, en la producida por SARS-CoV-1 identificado en el 2003, en MERS (Middle East Respiratory Syndrome) identificado en 2012, también se ha utilizado en ébola, y en Argentina fue utilizada por el Dr. Julio Maiztegui en la década del 70, cuando logró reducir del 30% al 1 % la mortalidad por la fiebre hemorrágica causada por el virus Junín”, detalla la investigadora.

Luego, la científica se contactó con el doctor Arturo Casadevall, médico e investigador del John Hopkins (JH), en Baltimore, para interiorizarse sobre los protocolos que él estaba utilizando para el tratamiento de pacientes con plasma.

“Nos indicó que sus protocolos clínicos de transfusión de plasma estaban disponibles públicamente en el sitio web de JH y que siguiéramos en contacto. Tradujimos originalmente el protocolo para pacientes graves y lo adaptamos junto con el publicado por la Clínica Mayo, a las regulaciones de la Argentina, dando también lugar a que otros países pudieran tomarlo como documento guía de lineamientos y adaptarlos a los requerimientos específicos”, manifiesta Bover.

El grupo CPC-19, cuenta la cientifica, se creó con el objetivo de concientizar a la población en general y a los profesionales de la salud sobre la existencia de esta modalidad de tratamiento con amplia historia y eficacia comprobada en otras pandemias. “Recién en este último mes comenzaron a aparecer los trabajos de respuestas positivas para COVID-19”, dice Bover.

En Estados Unidos, la técnica se utilizó en cinco mil pacientes: el 66% de ellos se encontraba en unidad de terapia intensiva en diferentes hospitales de todo el país. “Considerando el alto índice de mortalidad de la enfermedad COVID-19, y la gran cantidad de pacientes críticos incluidos en el estudio, se demuestra que el tratamiento con el plasma de convalecientes es seguro, es decir que la administración del mismo no ocasiona efectos adversos o mortalidad debida a la transfusión per se”, argumenta Bover.

En tanto, en Argentina, el protocolo fue aprobado por las autoridades sanitarias de la provincia de Buenos Aires y ya se aplicó en un paciente severo el Hospital de Malvinas Argentinas.

Tanto Bover como Rabinovich, que forman parte de la larga lista de científicos que recibieron o reciben apoyo de Cáncer con Ciencia de la Fundación Sales, trabajan con base en inmunoterapia. La doctora Bover integró en Buenos Aires el equipo de investigación sobre melanoma del doctor José Mordoh, que hasta la actualidad recibe financiamiento de Cáncer con Ciencia de la Fundación SALES, al igual que Rabinovich, para sus investigaciones en inmunología.

A.G./ CP

Fuente: Perfil