El estudio es el primero en estimar la carga mundial de cáncer debido solo a la diabetes, así como a la combinación de diabetes y un alto índice de masa corporal (IMC), informaron el Dr. Jonathan Pearson-Stuttard, BMBCh, del Imperial College London, en Reino Unido, y sus colaboradores en su trabajo publicado en versión electrónica el 28 de noviembre de 2017 en Lancet Diabetes & Endocrinology.
Las nuevas cifras resaltan el importante papel de la diabetes en el cáncer a nivel mundial, particularmente en los países de bajos ingresos, donde las tasas de sobrepeso, la diabetes y los casos de cáncer están aumentando, dicen.
“Si bien la obesidad se ha asociado con el cáncer por algún tiempo, el vínculo entre la diabetes y el cáncer se ha establecido recientemente”, destacó el Dr. Pearson-Stuttard.
“Nuestro estudio muestra que la diabetes, por sí sola o combinada con el sobrepeso, es responsable de cientos de miles de casos de cáncer cada año en todo el mundo”, señaló en un comunicado de prensa del Imperial College.
El Dr. Pearson-Stuttard y sus colaboradores escriben que, si las tasas mundiales de diabetes y sobrepeso siguen aumentando, la proporción de cánceres atribuibles a los factores combinados aumentará en más de 30% en las mujeres y 20% en los hombres para el año 2035.
“Las distintas características de los pacientes con cáncer están evolucionando en el mundo. En el pasado, el tabaquismo era, por mucho, el principal factor de riesgo para tener cáncer, pero ahora los profesionales de la salud también deben estar conscientes de que los pacientes con diabetes o con sobrepeso también tienen un mayor riesgo de tener cáncer”.
Un índice de masa corporal alto y la diabetes contribuyen al desarrollo de 12 tipos de cáncer
El Dr. Pearson-Stuttard y sus colaboradores calcularon fracciones atribuibles a la población para 12 cánceres, por edad y género, en 175 países en 2012.
Seleccionaron cánceres que el World Cancer Research Fund (WCRF) y la International Agency for Research on Cancer (IARC) han considerado que tienen una asociación causal con un IMC alto (> 25 kg/m2): Cáncer colorrectal, cáncer biliar, cáncer de páncreas, cáncer de hígado, cáncer de mama posmenopáusico, cáncer de endometrio, cáncer renal, cáncer de ovario, cáncer de cardias (estómago) y cáncer de tiroides, adenocarcinoma esofágico y mieloma múltiple.
Para el análisis de la diabetes, incluyeron: Cáncer colorrectal, cáncer biliar, cáncer de páncreas, cáncer de hígado, cáncer de mama y cáncer de endometrio.
Cuantificaron la contribución de la diabetes y un IMC alto a sitios específicos de cáncer utilizando estimaciones de prevalencia global de diabetes y las categorías de IMC en 2002, y asumiendo un margen de 10 años entre la exposición a la diabetes o a tener un IMC alto y la incidencia de cáncer, combinado con los riesgos relativos de estimaciones publicadas. Los analizaron individualmente y combinados como factores de riesgo independientes, así como en un escenario conservador en el que asumieron una superposición total del riesgo de diabetes y un IMC alto.
Posteriormente, utilizaron los datos de incidencia de cáncer de GLOBOCAN para estimar el número de casos de cáncer atribuibles a los dos factores de riesgo.
Específicamente, el 5,6% de todos los cánceres incidentes (792.600 casos) fueron atribuibles a los efectos combinados de la diabetes y un IMC alto; individualmente, el IMC alto fue responsable del 3,9% (544.300 casos) frente al 2% (280.100 casos) por diabetes.
Variación por sitio de cáncer, género y región geográfica
Los investigadores encontraron una variación sustancial en la proporción de cáncer debido a un IMC alto y a diabetes según el género, el sitio de cáncer y el área geográfica.
Se estimó que aproximadamente 1 de 4 cuatro adenocarcinomas hepáticos y esofágicos, y el 38,4% de los cánceres de endometrio en todo el mundo en 2012 eran atribuibles a la diabetes y a un IMC alto.
Los cánceres causados por la diabetes y el sobrepeso u obesidad eran casi dos veces más comunes en mujeres que en hombres (496.700 casos frente a 295.900 en hombres).
En los hombres, el cáncer de hígado fue el cáncer más común causado por la diabetes y un IMC alto, equivalente a 126.700 casos (42,8%) de todos los cánceres causados por estos dos factores. El cáncer colorrectal fue el segundo más común, representando 63.200 nuevos casos de cáncer (21,4%).
En las mujeres, el cáncer de mama fue el cáncer más común causado por la diabetes y un IMC alto, que representa 147.400 casos (29,7%) de dichos cánceres. El cáncer de endometrio fue el segundo más común, representa 121.700 nuevos casos de cáncer (24,5%).
La mayor proporción de casos de cáncer atribuibles al aumento en la prevalencia de diabetes y a un IMC alto durante este período fue en países de ingresos bajos y medianos en Asia y África subsahariana.
Este hallazgo es clave, “porque estos países generalmente están menos preparados para manejar la carga de enfermedades complejas no transmisibles, que los países de altos ingresos”, señalan los autores.
¿Se subestimó la carga de cáncer por el IMC alto y la diabetes?
En un comentario acompañante, la Dra. Yikyung Park y el Dr. Graham A. Colditz, los dos de la Washington University School of Medicine, en San Luis, Estados Unidos, se preguntan si el estudio pudo haber subestimado la carga del cáncer debido a que se limitó el lapso de tiempo entre la exposición y el cáncer a 10 años, mientras que existe evidencia emergente de que tener un IMC alto en la adolescencia tardía o la adultez temprana está directamente relacionado con el riesgo de cáncer en la edad adulta tardía.
“Enfocarse en la adiposidad en la mitad de la vida o más tarde y no considerar suficientemente la adiposidad de por vida podría conducir a una subestimación sustancial de la contribución de un IMC alto a la carga mundial de cánceres”, señalan.
“Tanto la obesidad como la diabetes son causas prevenibles de cáncer para las cuales la intervención es posible en múltiples niveles: en individuos, comunidades, sistemas de salud y políticas”.
Se necesitan acciones más rápidas para ayudar a las personas a mantener un peso corporal saludable “a lo largo de la vida, comenzando a una edad temprana”, concluyen.
Comentando sobre los nuevos hallazgos, el Dr. Clifford Hudis, FACP, FASCO, Director Ejecutivo de la American Society of Clinical Oncology (ASCO), dijo que “agregan otra razón para que el público en general se preocupe por los riesgos de salud asociados con la obesidad, que claramente incluyen al cáncer”.
Una encuesta reciente de ASCO encontró que menos de una de cada tres personas se da cuenta de que la obesidad es un factor de riesgo para el cáncer, a pesar de que es la segunda causa prevenible de la enfermedad.
“Armados con este creciente reconocimiento de sus riesgos médicos, debemos trabajar juntos desde todas las disciplinas médicas para ayudar a abordar este desafío”, enfatizó.
El autor principal, Majid Ezzati, declaró haber recibido una donación caritativa del Young Health Programme de AstraZeneca y honorarios personales de Third Bridge, Scor y Prudential fuera del trabajo presentado. Todos los demás autores y editorialistas han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
Fuente: MedScape