A diferencia de otros tipos de cáncer cuya causa se desconoce, el de cérvix o cuello uterino es provocado principalmente por el denominado virus del papiloma humano (VPH), lo que lo vuelve “potencialmente erradicable ya que cuenta con una estrategia de prevención probada”, dice Julia Ismael, coordinadora técnica del Instituto Nacional del Cáncer (INC).
“Es una enfermedad vinculada con el bajo nivel de desarrollo y de educación. Hay países que ya no tienen mortalidad ni casos de esta enfermedad, que podría volverse como la viruela o la polio, que fueron erradicadas”, agrega la especialista, que participó de un encuentro con periodistas de la Red Argentina de Periodismo Científico (RADPC) durante el XXIII Congreso Argentino e Internacional de Oncología Clínica. Según Ismael, esa es la ambición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el año 2030 y, en la Argentina, el INC trabaja con ese mismo objetivo.
“El cáncer de cérvix es central en el INC, porque la estrategia de prevención disminuye la mortalidad”, dice Ismael. Y agrega: “La prevención se hace mediante el tamizaje con PAP (Prueba de Papanicolaou) y el test de VPH, que es una prueba que la mujer puede hacer inclusive sin necesidad de asistencia médica”. Esta enfermedad es alcanzada por el Calendario Nacional de Vacunación con la vacuna contra el VPH (que es responsable del 80% de los casos de cáncer cervicouterino), incorporada en el año 2011 para niños y niñas a partir de los 11 años.
Incidencia del cáncer en el mundo. Tasas estandarizadas por edad según población mundial por 100.000 habitantes.
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación, en base a datos de Globocan (2012).
“Estamos convencidos de que esto se va a erradicar”, dice Ismael y aclara que si la persona no está infectada no necesita realizar estudios de seguimiento. Específicamente, lo que el INC recomienda —además de la vacunación— es que las mujeres se realicen el test de VPH a partir de los 35 años de edad, mientras que, en las provincias en las cuales todavía no se realiza el test, la recomendación es comenzar con tamizaje de PAP a partir de los 25 años.
En la Argentina, según estimaciones de 2014 de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC, por su sigla en inglés), hay un promedio anual de casi 5.000 casos de cáncer cérvico uterino, lo que representa poco más del 8% del total de mujeres que desarrollan algún tipo de cáncer en el país (ocupa el segundo lugar después del cáncer de mama). En cuanto a la tasa de mortalidad, a nivel nacional se calcula que, de cada 100.000 mujeres, 8,80 mueren por esta causa en todo el país. La diferencia es notoria entre provincias: Formosa, por ejemplo, registró la tasa provincial de mortalidad por este tipo de cáncer más elevada (16,53 por cada 100.000 mujeres), seguida por Misiones, Chaco y Jujuy.
“Todas las acciones que desarrollamos están basadas en la mejor evidencia disponible y con la mejor tecnología. La Argentina es pionera con el test de VPH y la vacuna, mientras que el sistema de salud organizado es un desafío que ya hemos asumido”, subraya Ismael y detalla que ya están llevando a cabo lo que se conoce como tamizaje organizado en “casi de todo el NEA y el NOA, que son los puntos con más problemas”.
Mortalidad por cáncer cervicouterino en jurisdicciones de Argentina. Tasas estandarizadas por edad según población mundial por 100.000 mujeres.
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación. Datos correspondientes a 2014.
Entre el desarrollo y la pobreza
La Argentina se encuentra dentro del rango de países con incidencia de cáncer media-alta, de entre 172 y 243 casos por cada 100.000 habitantes, con porcentajes similares entre hombres y mujeres. “La incidencia es similar a la de los países desarrollados”, afirma Ismael, pero advierte que, por el contrario, la cantidad de muertes provocadas por esta enfermedad alcanza cifras similares a las registradas en los países más pobres, “por motivos que pueden estar vinculados con muchos factores”.
Por ejemplo, explica que “las tasas de mortalidad por cáncer de mama son muy elevadas en la Argentina con respecto a los países desarrollados, sobre todo debido al diagnóstico tardío”, dice y recuerda que la recomendación del INC en mujeres sanas es realizarse una mamografía de control bianual entre los 50 y los 70 años de edad.
Distribución absoluta y relativa de casos incidentes de cáncer estimados por IARC para la Argentina, según localizaciones tumorales más frecuentes.
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación. Elaborado por SIVER/INC en base a datos de Globocan 2012.
Según datos de la IARC, alrededor de 66.000 personas mueren anualmente a causa de algún tipo de cáncer en el país. El principal causante es el de pulmón, que ocasiona más de 9.000 muertes por año en ambos sexos y que representa el 15% del total de defunciones por cáncer. Le siguen, en orden de importancia, el cáncer colorrectal y el de mama (11% y 9%, respectivamente). En cuanto a nuevos casos detectados, el más importante es el cáncer de mama, con más de 18.700 casos nuevos por año (18% del total y 36% del total de cánceres en mujeres), seguidos por el cáncer de colon-recto, con un promedio de 13.558 casos anuales, y pulmón, con 11.244 casos nuevos por año.
Mortalidad por cáncer en hombres y mujeres según principales localizaciones tumorales. Tasas estandarizadas por edad según población mundial estándar por 100.000 habitantes.
Fuente: SIVER/INC, Ministerio de Salud de la Nación, datos de 2014.
Carlos Silva, ex jefe del Servicio de Oncología Clínica del Hospital Británico de Buenos Aires, recuerda la importancia de la prevención primaria, por ejemplo, a través del control del tabaquismo y la obesidad, entre otras patologías, para prevenir la aparición de diversos tipos de cáncer. “La prevención como política de Estado es lo más importante”, dice el especialista y advierte que, además, ayudaría a reducir el gasto público en salud.
Juan Lacava, presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), cuestiona los altísimos costos de los tratamientos oncológicos en la Argentina y advierte que el 89% del mismo corresponde al precio de los fármacos, situación que se vuelve más preocupante si se tiene en cuenta que “el 100% de los medicamentos de alto costo y el 86% de los de costo medio tienen un sobreprecio en la Argentina, con un promedio de 123% y 222%, respectivamente”, concluye.
Fuente: TSS