Los científicos de la UC San Francisco (San Francisco, CA, EUA) y Mammoth Biosciences (San Francisco, CA, EUA), desarrollaron conjuntamente una nueva prueba económica que puede diagnosticar rápidamente las infecciones de COVID-19. La nueva prueba, oficialmente denominada “SARS-CoV-2 DETECTR”, es fácil de implementar e interpretar, y no requiere equipo especializado, lo que probablemente hará que la prueba esté más ampliamente disponible que la cosecha actual de kits de análisis para la COVID-19.
El nuevo ensayo SARS-CoV-2 DETECTR es uno de los primeros en usar la tecnología de señalización de genes, CRISPR, para detectar la presencia del nuevo coronavirus. Dado que CRISPR puede modificarse para detectar cualquier secuencia genética, los desarrolladores del kit de prueba lo “programaron” para que ubicara dos regiones objetivo en el genoma del nuevo coronavirus. Una de estas secuencias es común a todos los coronavirus “similares al SARS”, mientras que la otra es exclusiva del SARS-CoV-2, que causa la COVID-19. La prueba de la presencia de ambas secuencias asegura que la nueva herramienta DETECTR pueda diferenciar entre el SARS-CoV-2 y los virus estrechamente relacionados.
Al igual que los kits de diagnóstico actualmente en uso, la nueva prueba puede detectar el coronavirus novedoso en muestras obtenidas de hisopados respiratorios. Sin embargo, la nueva prueba puede proporcionar un diagnóstico mucho más rápido. Si bien las pruebas ampliamente utilizadas basadas en las técnicas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) tardan aproximadamente cuatro horas en producir un resultado a partir de una muestra respiratoria, la nueva prueba DETECTR toma solo 45 minutos.
Otra ventaja clave de la nueva prueba DETECTR es que se puede realizar en prácticamente cualquier laboratorio, utilizando reactivos listos para usar y equipos comunes. Esto es un contraste marcado con las pruebas basadas en PCR, que requieren equipos costosos y especializados, lo que limita esas pruebas a laboratorios de diagnóstico bien equipados. Además, la nueva prueba DETECTR es fácil de interpretar: al igual que una prueba de embarazo comprada en la tienda, las líneas oscuras que aparecen en las tiras reactivas indican la presencia de genes virales.
La nueva prueba también es muy sensible. Puede detectar la presencia de tan solo 10 coronavirus en un microlitro de líquido tomado de un paciente, un volumen cientos de veces más pequeño que una gota promedio de agua. Aunque es un poco menos sensible que las pruebas basadas en PCR existentes, que pueden detectar tan solo 3,2 copias del virus por microlitro, es poco probable que la diferencia tenga un impacto notable en el diagnóstico, ya que los pacientes infectados generalmente tienen cargas virales mucho más altas. La nueva prueba aún no ha recibido la aprobación formal para uso clínico de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EUA, aunque los investigadores de la UCSF comenzaron un proceso de validación clínica de la prueba en un esfuerzo por acelerar el proceso de aprobación a través de la Autorización de Uso en Emergencias.
“La introducción y disponibilidad de la tecnología CRISPR acelerará el despliegue de la próxima generación de pruebas para diagnosticar la infección por COVID-19”, dijo Charles Chiu, MD, PhD, profesor de medicina de laboratorio en la UCSF y codesarrollador líder de la nueva prueba, que se describe en un artículo publicado el 16 de abril de 2020 en la revista Nature Biotechnology.
Fuente: LabMedica