Alerta epidemiológica por lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos

Ante la aparición del primer caso de lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillo electrónico y el brote en investigación en Estados Unidos, la Secretaría de Gobierno de Salud de Argentina instó a los equipos de salud a implementar la vigilancia epidemiológica del evento; realizar educación sanitaria a la comunidad acerca de los riesgos de consumir cigarrillos electrónicos y asesorar sobre los métodos aprobados y efectivos para dejar de fumar.

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Situación actual

En la semana epidemiológica (SE) 42 se presentó en el país el primer caso de lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillo electrónico. Se trata de un paciente de sexo masculino de 30 años de edad que comenzó con síntomas un mes previo a la fecha de consulta en el servicio de salud, con diagnóstico de proteinosis alveolar, requiriendo internación en terapia intensiva y asistencia respiratoria mecánica. Actualmente el paciente fue dado de alta con oxígeno suplementario y control ambulatorio. Como antecedente epidemiológico, refirió haber consumido más de 20 cigarrillos diarios durante 15 años. Había dejado de consumir cigarrillos tradicionales y estaba utilizando cigarrillo electrónico al menos 90 días antes de presentarse en la consulta.

Antecedentes internacionales

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos informaron sobre la ocurrencia de un brote de “lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillo electrónico” (EVALI). Hasta la SE 45 se han registrado 1.888 casos de enfermedades pulmonares asociadas al uso de cigarrillos electrónicos. La edad promedio de presentación fue de 24 años (rango 13 a 75 años) y del total de casos registrados se registraron 34 muertes, cuya mediana de edad fue de 53 años (rango 17 a 75 años). De los casos confirmados, 79% fueron menores de 35 años y 40% de los pacientes pertenecen al grupo etario de 18 a 24 años.

Del total de casos confirmados, 867 pacientes informaron el antecedente de utilizar cigarrillos electrónicos o productos relacionados tres meses previos al inicio de los síntomas. El 84% reportó uso de tetrahidrocannabinol (THC) en el dispositivo. El 30% reportó uso dual (cigarrillo electrónico y cigarrillo convencional). Los síntomas más frecuentes fueron: respiratorios (98%), gastrointestinales (81%) y constitucionales (100%). El 94% requirió internación y 32% asistencia ventilatoria. Aún se encuentra en curso la investigación epidemiológica para identificar la causa o las causas exactas de éste brote.

Marco regulatorio nacional

En mayo de 2011, por medio de la Disposición 3226/11, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) prohibió la importación, distribución, comercialización y publicidad o cualquier modalidad de promoción del cigarrillo electrónico en todo el territorio nacional. La decisión fue ratificada en 2016 en virtud de que las pruebas existentes son insuficientes para afirmar que estos dispositivos ayudan a dejar de fumar. Además, se ha establecido que sus efectos adversos a corto plazo son frecuentes y moderados, pero pueden llegar a ser graves por intoxicación aguda y por daño potencialmente severo a causa de la explosión de la batería. Por otra parte, el color atractivo y sabor de los líquidos del cartucho, son una nueva fuente de intoxicación inadvertida en niños que toman contacto con ellos.

Antecedentes epidemiológicos en Argentina

Según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2018, el 1,1% de los adultos reportaron consumo de cigarrillos electrónicos y 3,5% de los fumadores los consume actualmente. Según la Encuesta Nacional de Tabaco en Jóvenes realizada el mismo año, 7,1% de los adolescentes escolarizados entre 13 y 15 años consumen cigarrillos electrónicos, mientras que 14,4% los probaron alguna vez en su vida y 20,1% de los fumadores actuales también los consumen. Estos datos ilustran que estos productos son atractivos para los jóvenes y pueden comportarse como un vehículo para el inicio de la adicción a la nicotina y al consumo de cigarrillos convencionales.

En 2017, en una encuesta realizada por la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), se identificaron los siguientes motivos que llevan a utilizar el cigarrillo electrónico: 83% de los adolescentes de 12 a 17 años lo utilizó “simplemente porque sí”; 82% de la población adulta buscó su uso “como ayuda para dejar de fumar”; y 38,2% de los que lo consumieron en algún momento “desconocía que tenía nicotina”. En el grupo de entre 12 y 17 años el desconocimiento fue del 50,3%.(1)

(1) Puede consultar el documento completo haciendo clic aquí.