¿Será el virus Mayaro el próximo arbovirus en extenderse por el Hemisferio Occidental?

Desde el lanzamiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en el año 2000, se ha observado una explosión de nuevos arbovirus que afectan a las Américas.

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Micrografía crioelectrónica de la cepa 12A del virus Mayaro (izquierda); y estructura tridimensional, con un corte en el primer cuadrante de la partícula (derecha).

Según el Estudio sobre la Carga Mundial de Enfermedad de 2015, se ha producido un aumento de 143,1% en los casos de dengue entre 2005 y 2015, mientras que entre 1990 y 2013 la incidencia del dengue en el Caribe y las regiones tropicales de América Latina aumentó varias veces. En 1999, el virus del Nilo Occidental (VNO) fue descubierto en la ciudad de New York, y para 2004, ya había alcanzado la costa oeste. Desde su introducción, el VNO ha afectado clínicamente a más de 41.000 personas, causando más de 1.700 muertes sólo en Estados Unidos. Luego, en 2013-2014, surgieron en las Américas las infecciones por los virus Chikungunya y Zika, ambas extendiéndose rápidamente a docenas de países a lo largo de un año. Ambos virus han afectado a millones de personas, lo que resulta en una morbilidad generalizada. Los factores responsables de la rápida expansión de los arbovirus en el Hemisferio Occidental aún están bajo investigación, pero probablemente incluyen algunas de las nuevas fuerzas “antropocénicas” del cambio climático, la deforestación, las crisis económicas y la pobreza y los patrones cambiantes de las migraciones humanas y la urbanización.

Pero no parece que la aparición y la rápida expansión de las nuevas infecciones humanas por arbovirus disminuirán en algún momento. Además de los virus Bourbon, Cache Valley, Chikungunya, Heartland, Itaqui, Oropouche, Powassan y Zika, la infección por el virus Mayaro es una de las últimas causas de preocupación.

Al igual que el virus Chikungunya, el virus Mayaro es un alfavirus y miembro de la familia Togaviridae de los virus ARN con envoltura. El virus Mayaro fue aislado por primera vez por Charles Anderson y sus colegas durante la década de 1950 de humanos con enfermedad febril en Trinidad y más tarde fue caracterizado como un alfavirus por Jordi Casals y L. Whitman. Posteriormente se informaron brotes en Bolivia y Brasil.

El virus Mayaro ya ha sido identificado en otras regiones tropicales de América del Sur, donde ha sido transmitido principalmente por mosquitos Haemogogus y que probablemente involucra primates no humanos selváticos y posiblemente aves migratorias, como reservorios animales. Sin embargo, el mosquito urbano Aedes aegypti también ha demostrado ser un vector experimental para el virus Mayaro, por lo que existe la preocupación de que, al igual que el virus de la fiebre amarilla, que puede exhibir un ciclo enzoótico selvático para luego urbanizarse y utilizar mosquitos de la especie Aedes, el virus Mayaro siga un camino similar. Sin embargo, todavía se desconoce si Ae. aegypti u otros especies de Aedes son vectores eficaces para el virus Mayaro. Además, hay un único informe de aislamiento del virus Mayaro en aves, pero el papel de las aves en la transmisión del virus sigue sin estudiarse.

La infección por el virus Mayaro produce en humanos una constelación de síntomas que se parecen mucho a la infección causada por el Chikungunya, que incluyen fiebre, erupción cutánea y artralgias severas y prolongadas. Uno de los más grandes brotes de infección por el virus Mayaro fue reportado en 2015 en una aldea rural ubicada en el noroeste de Venezuela, donde se reportaron 77 casos, incluyendo 19 individuos confirmados como seropositivos. Tales hallazgos, junto con el primer informe de infección por el virus Mayaro en un paciente infectado por el VIH, provocó la inquietud de que el virus Mayaro podría convertirse en un importante patógeno emergente en Sudamérica, lo que condujo a los primeros intentos de desarrollar vacunas atenuadas o de otro tipo. Sin embargo, no está claro si ha habido cambios ecológicos significativos asociados con el brote venezolano o si los hallazgos reflejan mejoras en las tecnologías de vigilancia de patógenos.

En 2016, el virus Mayaro se detectó en un niño de 8 años de edad con enfermedad febril aguda en Gressier-Leogane, un área semirrural a unos 32 kilómetros al oeste de Port-au-Prince, Haití. El paciente se encontraba coinfectado con el virus Dengue. El hecho de que la infección por el virus Mayaro se encontrara en un habitante de un área no selvática y que ocurriera en el contexto de una coinfección con dengue sugiere que Ae. aegypti puede haber sido el vector responsable de la transmisión. Además, en Haití no existen primates salvajes no humanos nativos, lo que sugiere un reservorio diferente o la transmisión de persona a persona por el mosquito Aedes.

¿Podría la infección por el virus Mayaro convertirse en la “próxima fiebre chikungunya” en las Américas?

Los doctores Mario Luis García de Figueiredo y Luiz Tadeu Moraes Figueiredo de la prestigiosa Universidad de São Paulo, Brasil, han sugerido que estos dos alfavirus pueden “mutar y/o adaptarse a nuevos ciclos zoonóticos y así adquirir un mayor potencial de emergencia” como para causar epidemias significativas. Esta es una hipótesis importante que requiere investigación, pero que será complicada para investigar, dadas las potenciales reacciones cruzadas inmunológicas entre estos dos alfavirus.

El Caribe y las regiones tropicales de América Latina se han convertido en áreas de alto riesgo para la emergencia de epidemias de infección por el virus Mayaro. Los países con mayor riesgo de emergencia son también los más limitados en recursos y que carecen de capacidad de diagnóstico a nivel local; por lo tanto, es muy probable que cualquier infección por el virus Mayaro se presumiría como causada por el Chikungunya, debido a la similitud en sus síntomas clínicos, lo que posiblemente permitirá una rápida transmisión y posterior propagación a través de América Central y del Norte, transitando por debajo de los radares de salud global.

Con infecciones adquiridas localmente tanto del virus Chikungunya como del Zika, que ahora ocurren en Texas y Florida, en Estados Unidos, se puede suponer que estas áreas también estarían en alto riesgo de emergencia del virus Mayaro. En mayo de 2016, el Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas informó el primer caso autóctono de fiebre chikungunya en el condado de Cameron, Texas, mientras que dos años antes, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos informaron sobre la transmisión del virus Chikungunya en Florida. En agosto de 2016, el virus Zika surgió en Florida, identificándose los primeros casos autóctonos en Miami, y en noviembre, se reportó el primer caso autóctono en el Valle del Río Grande, en Texas. Por lo tanto, también existe la preocupación por la emergencia de la infección por el virus Mayaro en Norteamérica, incluyendo Estados Unidos.

Las infecciones emergentes por arbovirus se han convertido en algo “normal” en las Américas, incluyendo ahora Estados Unidos continental, que ha registrado brotes de dengue, virus del Nilo Occidental, Chikungunya y Zika en los últimos 15 años. A medida que pensamos en la preparación para emergencias de salud pública y en la Agenda Mundial de Seguridad Sanitaria (GHSA) para 2017, es necesario incorporar la infección por el virus Mayaro a la creciente lista de enfermedades emergentes causadas por arbovirus.

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Fuente: REC