La magnitud de la reducción en los casos de infecciones de oído es más de lo que se esperaba. El estudio, que siguió a más de 600 niños de 2006 a 2016, también encontró un cambio en las bacterias que ahora provocan un mayor número de infecciones de oído. Los investigadores advierten que, si no se hace algo, la frecuencia de las infecciones de oído volverá a subir.
Los investigadores también encontraron que esos gérmenes no son eliminados por la amoxicilina, el principal antibiótico recomendado para la afección.
Los niños de Estados Unidos experimentan más de 5 millones de infecciones de oído al año, lo que resulta en más de 10 millones de recetas de antibióticos y unos 30 millones de visitas anuales de atención médica, según la Academia Americana de Pediatría.
La otitis media aguda es la afección más común tratada con antibióticos. Streptococcus pneumoniae ha provocado la mayor parte de las infecciones.
En el nuevo estudio, se determinó el tipo de bacterias que provocan cada caso de infección de oído en los participantes mediante la realización de un procedimiento quirúrgico menor en que un médico drena la pus de la parte trasera del oído para aliviar el dolor y eliminar la infección.
Durante el periodo de estudio, 23% de los niños experimentaron al menos una infección de oído, y 3,6% tuvieron al menos tres infecciones de oído antes de cumplir los 12 meses de edad. A los tres años, más o menos 60% de los niños habían tenido una o más infecciones de oído, y alrededor de 24% tuvieron tres o más infecciones de oído.
Pero esas tasas de infección son drásticamente más bajas que hace tres décadas, debido a la vacuna contra S. pneumoniae. Esta vacuna se introdujo en 2000 y se mejoró en 2010 con una versión que aumentó su efectividad al proteger contra cepas adicionales de la bacteria. La vacuna se administra de forma rutinaria a los bebés en Estados Unidos como parte de las revisiones a los 2, 4 y 6 meses de edad, y se administra un refuerzo entre los 12 y los 15 meses. Cuando los niños mayores o los adultos reciben la vacuna, solo necesitan una dosis.
Por otra parte, la vacuna ha sido tan efectiva para reducir las infecciones de oído causadas por S. pneumoniae que otras bacterias se han convertido en la principal fuente de infecciones de oído en la actualidad. Esas bacterias incluyen a Haemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis.
La amoxicilina, el antibiótico más recomendado para las infecciones de oído, no elimina esas bacterias. Tras enterarse de esto durante su estudio, los investigadores recetaron amoxicilina/clavulanato en su lugar, o el antibiótico cefdinir si el niño es alérgico al anterior.
Además del uso de las vacunas contra el neumococo, la tasa de infecciones en los niños también se ha reducido porque ahora se usan criterios más estrictos para diagnosticar la afección.
Las tasas de infecciones de oído se han reducido debido a varios factores, de los cuales las vacunaciones efectivas no son el menos importante. El efecto dominó de las vacunas también incluye reducir la incidencia de la meningitis y la sepsis, otras infecciones que provoca S. pneumoniae.
Lo que no ha cambiado con los avances en las vacunas son los factores de riesgo que contribuyen a las infecciones de oído. Se detectaron riesgos más altos asociados con las guarderías, los antecedentes familiares de infecciones de oído, ser chico, ser blanco, y contraer la primera infección de oído antes de los 6 meses de edad.
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Fuente: REC