Desde la década de 1950, el diagnóstico de ITU se ha basado en la detección de un uropatógeno con un recuento ≥10(5) UFC/ml utilizando el protocolo de cultivo de orina estándar (COE). Esta técnica fue descrita inicialmente para la detección de pacientes con riesgo de pielonefritis; pero la interpretación ha sido generalizada para diagnosticar ITU del tracto bajo (cistitis) a pesar de los estudios que informan limitaciones del punto de corte ≥ 10(5) CFU/ml.
El COE es simple y fácil de realizar e implica el cultivo de sólo una pequeña cantidad de orina (0.001 ml), en condiciones aeróbicas y a una temperatura de 35°C durante 24 horas. No todas las bacterias crecen en esas condiciones. Una nueva técnica de cultivo de orina ampliada o mejorada (COA), ha sido desarrollada en la Universidad Loyola de Chicago, esta detecta significativamente más bacterias que el cultivo de orina estándar (ver bibliografía).
El estudio demuestra deficiencias en el cultivo de orina estándar que limita información potencialmente importante que debe proporcionarse a los médicos. Los hallazgos sugieren que la detección de microorganismos urinarios clínicamente relevantes puede ser alcanzado en todos los laboratorios clínicos de diagnóstico utilizando las siguientes condiciones mejoradas: una muestra de orina de 100 μl obtenida por catéter transuretral sembrado en agar sangre, agar colistina ácido nalidíxico (CNA) y agar MacConkey, con incubación de todos los agares a 35°C en 5% de CO2 durante 48 h. Mientras que la incubación de agar MacConkey en 5% de CO2 puede no mejorar la recuperación de bacilos Gram negativos, se recomienda que todos los agares se incuben en 5% de CO2 por comodidad de usar una sola incubadora.
En el estudio se incluyó 150 pacientes de sexo femenino, la mitad de los cuales informaron síntomas de ITU. Las muestras de orina de los pacientes se sometieron tanto al cultivo de orina estándar (COE) como al cultivo de orina ampliado (COA). En 69 de las 75 mujeres que informaron síntomas de UTI, el COA detectó una o más especies de bacterias, para un total de 110 especies. Usando el COE, sólo el 50 % de estas especies de bacterias fueron identificadas. El COE identificó la mayoría de las bacterias de Escherichia coli, pero sólo el 24 % de las bacterias que no son E. coli. En total COA detecto un 84% de los uropatógenos en relación a la detección del 33% por COE.
Los autores también sugieren la posibilidad de que, para el diagnóstico de ITU, cada uropatógeno pueda tener su propio único punto de corte (por ejemplo, ≥ 10(2) UFC/ml para Aerococcus urinae, ≥10(3) UFC/ml para Streptococcus agalactiae, y ≥ 10(4) UFC/ml para Klebsiella pneumoniae).De todos estos datos, el COA proporcionaría más información a los médicos quienes están considerando la necesidad clínica para tratamientos de uropatógeno(s); muchos de estos son actualmente no identificados por el protocolo de COE.
Hasta que no se disponga de información en la relación entre UTI clínicamente importante y UFC por mililitro, los autores recomiendan que el COA sea racionalizado, solo para pacientes con síntomas similares a ITU con ningún crecimiento a través de cultivo de orina estándar y para pacientes con síntomas persistentes de ITU (es decir, UTI recurrente). Parece que los cambios simples en los cultivos de orina estándar realizado frecuentemente tiene la capacidad de proporcionar información clínica útil.
Es importante destacar que la orina debe ser recolectada por cateterización, ya que la contaminación vulvovaginal hace que las muestras obtenidas por chorro medio sean obsoletas.
Bibliografía: jcm.asm.org
Fuente: Cazadores de Microbios