Autor: Andrew John Bower Mitchell, miembro del Parlamento por el Partido Conservador por Sutton Coldfield. Fue Secretario de Disciplina (Whip) del Gobierno (1992-1995) y Secretario de Disciplina en jefe en 2012.
La elección no podría llegar en un momento más crucial para la OMS. El escozor causado por los fracasos durante la epidemia de enfermedad por el virus del Ébola, necesita una reforma urgente si se desea lograr el impacto que se requiere.
Como William Henry Gates III lo explicó la semana pasada en su visita a Londres, nos enfrentamos a la amenaza muy real de una futura pandemia. La cuestión no es si ocurrirá, sino cuándo ocurrirá.
Hay tres candidatos de alto impacto en la carrera para dirigir la OMS. Uno de ellos, el Dr. David Nabarro, es británico y el soporte del secretario de Salud de Gran Bretaña. Nabarro es un buen hombre, con una amplia experiencia en el campo de la salud pública internacional. Es un buen funcionario civil internacional. Pero, por convención, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (de la que Gran Bretaña es uno) no pueden aportar los jefes de esos organismos.
Otro candidato, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, tiene el potencial y la capacidad de transformar verdaderamente la OMS. Haciendo eso, se mejorará la salud de miles de millones de personas en todo el mundo.
Como Secretario de Desarrollo Internacional de Gran Bretaña entre 2010 y 2012, observé cómo el Gobierno británico pudo proporcionar tanto el liderazgo como los recursos para mejorar la salud de las mujeres, hombres y niños de las regiones más pobres del mundo. Se vacunaron niños y se llevó la planificación familiar a millones de los más pobres, que nunca habían tenido acceso antes.
El nuevo líder que la OMS necesita debe demostrar un palpable éxito en la construcción de acceso a la salud en los países pobres. Un liderazgo comprobado en la reforma de importantes organismos mundiales será útil y, sobre todo, el nuevo líder necesitará habilidades políticas para reunir a grupos con diferentes intereses, de manera que se puede lograr un cambio real.
Tedros tiene claramente el historial que se necesita. Como Ministro de Salud de Etiopía entre 2005 y 2012, amplió enormemente la atención sanitaria en uno de los países más difíciles del mundo: creó 3.500 centros de salud, al tiempo que incrementó espectacularmente la fuerza de trabajo sanitaria. Construyó más escuelas médicas y desplegó cerca de 40.000 trabajadores sanitarios comunitarios en todo el país. Los esfuerzos de Tedros para mejorar el sistema de salud de Etiopía fueron cruciales para duplicar el porcentaje de mujeres etíopes con acceso a la anticoncepción.
Sus esfuerzos produjeron una reducción de la mortalidad materna en un asombroso 75%. Para mejorar la salud del mundo se debe llevar la atención primaria de salud a los lugares más remotos. Tedros logró esto para su país. Él conoce de primera mano cómo ayudar a otros países en esta misma situación. Es el único candidato que ha alcanzado tales resultados a nivel nacional.
Como Ministro de Asuntos Exteriores de Etiopía, Tedros pasó a dirigir las negociaciones de la Agenda de Acción de Addis Ababa (el plan de las comunidades internacionales para financiar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas). No es de extrañar que la Unión Africana haya aprobado oficialmente la candidatura de Tedros.
Esta misma habilidad para el liderazgo se necesita ahora para lograr un cambio sustancial que permita a la OMS y a los Estados Miembros trabajar juntos en la lucha contra los nuevos desafíos de salud, así como contra las deficiencias actuales.
El estilo de liderazgo de Tedros también es perfectamente adecuado para este papel. Es un hombre humilde pero decidido. Su exitosa experiencia en las principales instituciones de salud a nivel mundial es inigualable. Fue presidente del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria entre 2009 y 2011; presidió la Asociación Roll Back Malaria entre 2007 y 2009. Tedros promovió mejoras drásticas en ambas organizaciones al introducir cambios radicales.
En lo que más ayudó a estas organizaciones fue en elevar a un nivel récord los compromisos financieros de los donantes de todo el mundo: casi 12.000 millones de dólares para el Fondo Mundial y casi 3.000 millones para Roll Back Malaria.
En sus 70 años de historia, la OMS nunca ha sido dirigida por una persona que haya sido ministro de salud, o de un país africano.
Como sé de primera mano por haber trabajado con Tedros, ahora tenemos la oportunidad de seleccionar un líder extraordinario con un historial probado de éxito en su propio país y en el ámbito internacional.
Los seis candidatos
- Dr. Philippe Douste-Blazy. Ex cardiólogo, francés, es actualmente asesor especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre financiación innovadora para el desarrollo, y ha sido alabado por su trabajo en la promoción de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la recaudación de fondos para UNITAID para combatir el VIH, la malaria y la tuberculosis.1
- Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus. Alto funcionario del gobierno de Etiopía durante mucho tiempo, es un ministro popular y un miembro del partido político más poderoso del país. Ampliamente respetado como investigador de la malaria, tiene una importante presencia en los medios sociales. Los expertos señalan que tiene excelentes relaciones con los donantes y los principales asociados para el desarrollo, y como Ministro de Salud ayudó a impulsar la prestación de servicios básicos a través del pionero programa de “promotores de salud”. También está respaldado por una serie de gobiernos africanos, que han unido sus fuerzas para ayudar a finan-ciar su candidatura a la OMS.
- Dra. Sania Nishtar. Fundador y presidente de Heartfile, un centro de estudios de la salud, y co-presidente de la comisión de la OMS que busca terminar con la obesidad infantil. Como ex ministro federal del gobierno de Pakistán, Nishtar se ha dedicado de lleno a su nominación, y es el único candidato con un sitio web dedicado exclusivamente a su candidatura.
- Dr. Miklós Szócska. Húngaro. Reconocido por ser el primer ministro de salud en gestionar un total de cuatro años en el cargo, ha puesto en marcha un amplio conjunto de normas de salud pública, desde la prohibición de fumar en público hasta añadir un impuesto a los alimentos y bebidas con sal y azúcar agregadas.
- Dr. David Nabarro. Entrenado como médico y con años de experiencia trabajando en el extranjero en programas de salud y nutrición de niños en el sur de Asia, África Oriental e Irak. Sus actividades incluyen períodos en el Departamento de Desarrollo Internacional de Gran Bretaña, la OMS y varias universidades; la British Broadcasting Corporation (BBC) incluso hizo un documental sobre su trabajo voluntario durante su año sabático. El británico se llama a sí mismo ‘Dr. WHO’ en su página web.2
- Dra. Flavia Bustreo. Actualmente directora general adjunta de la OMS para la salud de la familia, las mujeres y los niños, la italiana se ha centrado en el desarrollo de políticas para la salud infantil y materna. Ex médica para niños con discapacidades, ha trabajado en todo el mundo y ha publicado una serie de artículos sobre salud pública y sobre la salud de mujeres y niños.
Referencias
- UNITAID es una iniciativa internacional que promueve el acceso al tratamiento de enfermedades como el sida, la malaria y la tubercu-losis en poblaciones de países en vías de desarrollo. Fue fundada en septiembre de 2006 a iniciativa de Brasil y Francia, en gran parte financiada por un mecanismo de financiación innovador. Auspiciada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Genève, los objeti-vos principales de la organización es la negociación de bajos precios de los medicamentos. UNITAID no tiene como objetivo de sus pro-grama la distribución de medicamentos, pero apoya programas de sus patronos tales como la Fundación Clinton, The Global Fund o la OMS.
- WHO (World Health Organisation, Organización Mundial de la Salud).
Doctor Who es, además, una serie de televisión británica de ciencia ficción, emitida entre 1963 y 1989, y luego en 2005 y que continúa hasta la actualidad. Muestra las aventuras de un Señor del Tiempo, que explora el universo en una nave espacial con conciencia propia capaz de viajar a través del tiempo y el espacio. Figura en el Libro Guinness de los Récords como la serie de televisión de ciencia ficción de mayor duración del mundo.
Fuente: REC