Unos 14.000 recién nacidos sufren cada año herpes neonatal en el mundo

Investigadores de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las universidades de Bristol (Gran Bretaña) y Washington (Estados Unidos) publicaron sus primeras estimaciones sobre el impacto global del herpes neonatal, una infección que se produce durante el embarazo y afecta cada año a unos 14.000 recién nacidos.

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La tasa global de afectados es de 10 casos cada 100.000 nacidos vivos, aunque este dato podría estar subestimado y haber más casos en los países con menos recursos.

Esta infección es provocada por la exposición durante el parto al virus del herpes en aquellas madres que tienen herpes genital, una complicación rara que puede causar daño cerebral, problemas respiratorios, convulsiones e incluso la muerte al nacer.

La mayoría de casos de herpes están provocados por el virus tipo 2 (HSV-2), que se transmite por vía sexual, mientras que el tipo 1 (HSV-1) suele contagiarse por vía oral, causando herpes oral o labial. No obstante, este tipo también se puede transmitir a la zona genital a través de contacto oral-genital.

Para su estimación, se utilizaron complejas ecuaciones matemáticas a partir de los casos de herpes genital registrados entre 2010 y 2015, las que calcularon que cada año unas 132 millones de mujeres sufren una infección de este tipo durante su embarazo. Pero aunque millones de bebés están en riesgo de sufrir herpes neonatal, sólo se producen miles de casos en todo el mundo, han destacado.

El riesgo de herpes neonatal es mayor cuando una mujer adquiere una infección genital al final del embarazo, mientras que cuando se produce antes de quedarse embarazadas el riesgo de contagio es más bajo.

Además, en aquellas regiones donde la seroprevalencia del HSV-2 es mayor, el riesgo de herpes genital varía de 25 a 60%, mientras que el de luego se produzca un contagio al bebé sería de 2%.

Por su parte, en aquellas regiones del mundo con una creciente enfermedad genital por HSV-1, principalmente fruto de una mayor práctica del sexo oral, el riesgo de herpes genital es el mismo aunque las probabilidades de que el virus se transmita al bebé son menores porque no suele reactivarse tanto en el tracto genital.

El impacto que puede tener en la enfermedad el desarrollo de nuevas vacunas contra el virus, permite conseguir avances reales y evitar que muchos bebés mueran por un herpes neonatal.

Puede consultar el artículo completo, en inglés, haciendo clic aquí.

Fuente: REC