Los investigadores del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE), que depende del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), recogieron muestras de insectos en Salta (Aguaray), Misiones (Posadas y Puerto Iguazú) y provincia de Buenos Aires (La Plata). En todos los casos hallaron una mezcla genética de dos subespecies: Aedes aegypti aegypti, una forma urbana distribuida en todo el mundo fuera de África, y Aedes aegypti formosus, una forma selvática de origen africano subsahariano.
Según la Dra. María Victoria Micieli, del CEPAVE, el caso de Argentina “es un enigma” dado que es el único lugar del mundo fuera de África con evidencia de que Aedes aegypti formosus es un ancestro reciente de todas las poblaciones de mosquitos estudiadas. “Una posible explicación es que hayan ingresado a Argentina en forma accidental vía comercio o migración pasiva, es decir, en contenedores traídos por barcos de carga”, agregó Micieli.
El entrecruzamiento entre poblaciones distintas de Aedes aegypti provenientes de múltiples introducciones puede llevar a un incremento de la capacidad de invasión de este mosquito debido a una variabilidad genética mayor. “Contar con una base de datos sobre la diversidad genética de estos mosquitos no sólo será útil para determinar el origen probable de nuevas introducciones, sino que también tiene importantes implicancias en lo que se refiere al diseño racional de nuevas metodologías para su control”, destacó la investigadora del CONICET.
El trabajo argentino forma parte de un estudio internacional destinado a determinar la diversidad genética del vector en 30 países, liderado por el Dr. Jeffrey Powell, de la Universidad de Yale, en Estados Unidos.
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Fuente: REC