La enfermedad de Chagas se caracteriza por dos fases distintas: la fase aguda, que dura varias semanas y se caracteriza por síntomas no específicos; y la fase crónica, con especial compromiso sobre corazón y tubo digestivo. La capacidad del huésped para controlar la infección por T. cruzi es sustancial, pero no totalmente efectiva, ya que la mayoría de los individuos infectados limitan estrechamente el número de parásitos, pero no logran eliminar completamente la infección debido a diversos y fascinantes procesos de evasión inmune.
De hecho, la persistencia de parásitos a niveles bajos en las células diana es el sello distintivo de la fase crónica indeterminada o asintomática. Hasta 40% de los individuos infectados desarrollan enfermedad cardiaca progresiva que conduce a una miocardiopatía dilatada en fase terminal. Un mecanismo de defensa clave contra T. cruzi es ejercido por el óxido nítrico (ON), que es producido por NO sintasa inducible, entre otras enzimas, presente en monocitos/macrófagos y cardiomiocitos.
A fin de evaluar si la interleucina-6 (IL -6) es capaz de frenar el daño inducido por estrés oxidativo en los linfocitos T CD8+, se extrajo sangre periférica de pacientes chagásicos y donantes de control que cumplieran con los criterios de inclusión y exclusión, y se evaluó la expresión de las moléculas de superficie, y la viabilidad y funcionalidad.
Los resultados del estudio muestran que la infección crónica por T. cruzi conduce a una disminución en el número y porcentaje de células T CD8+ circulantes totales y que el óxido nítrico producido por leucocitos puede contribuir a disminuir la función efectora de estas células, lo cual, en última instancia, resulta en un ineficiente control de la replicación del parásito. Los hallazgos también sugieren que la IL-6 podría ser un factor clave para mejorar la activación y supervivencia de células T CD8+.1
Los autores de este trabajo son Liliana María Sanmarco, Natalia Eberhardt, María Cecilia Ramello , Nicolás Eric Ponce, Susana Geay María, Pilar Aoki, del Centro de Investigaciones en Bioquímica Clínica e Inmunología CIBICI-CONICET, Facultad de Ciencias Químicas, Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina; y Laura Marina Visconti, Natalia Beatriz Spitale, María Lola Vozza, Germán Andrés Bernardi y Ángel Ramón Mínguez, del Servicio de Infectología del Hospital Nuestra Señora de la Misericordia del Nuevo Siglo, Córdoba, Argentina.
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Fuente: REC