La OMS ya no considera a la fiebre zika una emergencia de salud pública de importancia internacional

La quinta reunión del Comité de Emergencia para el virus Zika, convocada por la Directora General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo con el Reglamento Sanitario Internacional (RSI 2005) en relación con la microcefalia, otros trastornos neurológicos y el virus Zika, se llevó a cabo mediante teleconferencia el 18 de noviembre de 2016.

0
2697

Se informó al Comité sobre la aplicación de las Recomendaciones Temporales emitidas por la Directora General en los consejos de las cuatro reuniones anteriores del Comité de Emergencia. El Comité recibió información actualizada sobre las últimas novedades sobre el virus Zika: extensión geográfica, historia natural, epidemiología, microcefalia y otras complicaciones neonatales asociadas con el virus, el síndrome de Guillain-Barré (SGB) y transmisión sexual del virus.

Brasil, Tailandia y Estados Unidos proporcionaron información sobre microcefalia, SGB y otros trastornos neurológicos que se producen en presencia de transmisión del virus Zika, así como las medidas de control que se están aplicando.

La emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) declarada por la Directora General de la OMS ha llevado al mundo a una respuesta urgente y coordinada, proporcionando el entendimiento de que la infección por el virus Zika y sus consecuencias asociadas representan un problema muy importante a largo plazo que debe estar gestionado por la OMS, los Estados Partes y otros asociados, de la manera que se gestionan otras amenazas por enfermedades infecciosas.

El Comité de Emergencia recomendó originalmente la ESPII en febrero de 2016 con base en un clúster extraordinario de casos de microcefalia y otros trastornos neurológicos descritos en Brasil, siguiendo a un clúster similar en Polinesia Francesa y la asociación geográfica y temporal con la infección por el virus Zika, que requirió investigaciones urgentes y coordinadas. Dado que la investigación ha demostrado la relación entre la infección por el virus Zika y la microcefalia, el Comité de Emergencia considera que ahora se requiere un mecanismo técnico sólido a largo plazo para gestionar la respuesta global.

Como resultado, el Comité de Emergencia considera que el virus Zika y sus consecuencias asociadas siguen siendo un problema de salud pública significativo y permanente que requiere una acción intensa, pero ya no representan una ESPII tal como se definen en el RSI.

Muchos aspectos de esta enfermedad y sus consecuencias asociadas aún no se han entendido, pero esto puede mejorarse mediante la investigación sostenida. El Comité de Emergencia recomienda que esto se extienda a un programa sostenido de trabajo con recursos dedicados para hacer frente a la naturaleza a largo plazo de la enfermedad y sus consecuencias asociadas.

El Comité examinó las recomendaciones formuladas en sus sesiones anteriores y acordó que la OMS y sus asociados habían seguido de manera sistemática sus consejos. Además, el Comité de Emergencia revisó y aceptó el plan de transición sobre virus Zika de la OMS, esbozado para establecer el mecanismo de respuesta a largo plazo que distribuye los objetivos estratégicos ya identificados en el Plan de Respuesta Estratégica al virus Zika.

Sobre la base de este consejo, la Directora General declaró el fin de la emergencia de salud pública de importancia internacional. La Directora General volvió a publicar las recomendaciones Temporales de las reuniones anteriores del Comité, que se incorporarán en el mecanismo de respuesta a largo plazo. La Directora General dio las gracias a los miembros del comité y asesores por su asesoramiento durante el año pasado.

Haciendo clic aquí, puede consultar la Agenda de Investigación para Virus Zika de la OMS, en inglés. El objetivo de esta Agenda es el de apoyar la generación de la evidencia necesaria para fortalecer la orientación esencial de salud pública y las acciones para prevenir y limitar el impacto del virus Zika y sus complicaciones. La Agenda identifica áreas críticas de investigación en el que la OMS está en una posición única para poner en práctica o coordinar actividades globales. La investigación y las pruebas son la base de sólidas políticas de salud.

Fuente: REC