La leucemia es el cáncer de la sangre y tiene una de las tasas más altas de mortalidad por cáncer, en parte porque hay una alta tasa de recaídas, ya que algunas células cancerosas pueden sobrevivir al tratamiento inicial y a menudo son resistentes al tratamiento, permitiendo que el cáncer se propague y se convierta en mortal.
Hasta ahora, no se entendía bien cómo estas células resistentes al tratamiento sobreviven a la quimioterapia inicial. Una teoría popular ha sido que se asientan ocultas en nichos específicos dentro de la médula ósea que generalmente albergan células madre de la sangre, células básicas que pueden convertirse en todas las demás células sanguíneas.
Sin embargo, una nueva investigación en ratones y validada con muestras humanas ha revelado que ciertas células de leucemia no se asientan y esconden. Para sorpresa de los investigadores, dirigidos por un equipo del Imperial College de Londres con colegas del Instituto Crick Francis en Londres, Reino Unido, y la Universidad de Melbourne, en Australia, las células se dispersaron por la médula ósea de ratones antes y después del tratamiento y se movían alrededor rápidamente, como se detalla en un artículo publicado en ‘Nature‘.
Después del tratamiento, los científicos observaron que las células leucémicas que sobrevivieron se movían más rápido que las que antes del tratamiento. Los investigadores sugieren que el acto de moverse en sí puede ayudar a las células a sobrevivir, posiblemente a través de interacciones de corta duración con una gran variedad de nuestras propias células.
Células cancerígenas muy activas en la médula ósea
“Esperábamos que las células que sobrevivieran al tratamiento se asentaran en nichos específicos, pero en cambio son muy activas a lo largo de la médula ósea. Ahora, sabemos que resultaría ineficaz dirigirse a nichos específicos en la médula ósea para
hacer frente a la leucemia resistente al tratamiento”, destaca la líder de la investigación, la doctora Cristina Lo Celso, del Departamento de Ciencias de la Vida del Imperial. “Ahora que sabemos que las células no se esconden, podemos explorar por qué y cómo su movimiento les ayuda a sobrevivir. En última instancia queremos saber si podemos detener el movimiento y si esto podría matar a las células resistentes al tratamiento. Esta investigación está todavía en sus primeras etapas, pero creemos que ya hemos adquirido conocimientos valiosos para abrir nuevos caminos en el desarrollo de tratamientos nuevos y más eficaces de leucemia”, subraya.
La investigación de la conducta de las células de leucemia también reveló que atacan de forma activa las células óseas, que son conocidas por apoyar la producción de sangre saludable. Los autores creen que este conocimiento podría ayudar a los científicos a desarrollar tratamientos para salvaguardar la producción de células sanguíneas sanas en pacientes con leucemia.
El coautor del estudio, el doctor Delfim Duarte, también del Departamento de Ciencias de la Vida del Imperial, añade: “Nuestro estudio apoya la idea de que, al menos en este tipo de leucemia, las nuevas terapias deben dirigirse a las células cancerosas en sí mismas en lugar de a las células estromales normales circundantes para erradicar mejor la enfermedad”.
El doctor Edwin Hawkins, quien trabajó en el proyecto en el Imperial y está ahora en el Instituto Walter y Eliza Hall de Investigación Médica de Australia, agrega: “Nuestro trabajo sugiere también que proteger las células óseas normales del estroma del ataque de las células de leucemia puede tener amplias implicaciones para apoyar la producción de glóbulos saludables. Mantener los niveles de glóbulos elevados previene la anemia, la infección y el sangrado”.
Para investigar el funcionamiento de la leucemia a nivel celular, el equipo utilizó una técnica llamada microscopía intravital que permite obtener imágenes de alta resolución de forma rápida en animales vivos. El equipo usó ratones con un tipo particularmente letal de leucemia llamada leucemia aguda de células T y rastreó el movimiento de las células enfermas antes y después del tratamiento.
Por otra parte, a través de la colaboración con el Instituto Francis Crick, en Reino Unido, y la Universidad de Melbourne, fueron capaces de demostrar que las conclusiones son válidas en muestras humanas también. La investigación fue financiada por las organizaciones benéficas Bloodwise y ‘Cancer Research UK’, junto a aportaciones del Consejo Europeo de Investigación, el ‘Human Frontier Science Program’ y la Asociación Europea de Hematología.
“La mayoría de los niños y adultos con leucemia aguda responden bien a la quimioterapia inicialmente, pero uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos es que el cáncer regrese. Aunque es el inicio del trabajo, estos hallazgos significativos revelan que detener las células cancerosas que se mueven alrededor de la médula ósea puede ser una forma más específica de tratar la leucemia aguda y podría hacer frente a la enfermedad resistente”, subraya el doctor Alasdair Rankin, director de Investigación en Bloodwise, Reino Unido.
Por su parte, la doctora Emma Smith, gerente de comunicaciones científicas en ‘Cancer Research UK’, añade: “Arrojar luz sobre lo que está sucediendo en la médula ósea podría abrir nuevos enfoques para evitar que las células de leucemia se conviertan en resistentes al tratamiento, lo que hace que la enfermedad sea mucho más difícil de tratar. Este interesante estudio también podría ser un punto de partida para desarrollar nuevos tratamientos que ayuden a los pacientes de leucemia mediante la restauración de las funciones normales de la médula ósea, como la protección contra las infecciones”.
Fuente: Infosalus