A fines de 2015, habían sido diagnosticados en Suecia 90% de los casos de VIH; 99,8% de los pacientes diagnosticados habían sido vinculados con la atención especializada; 95,1% de los pacientes que estaban recibiendo atención sanitaria estaban tomando tratamiento antirretroviral; y 94,7% de los que estaban en tratamiento tenían la carga viral indetectable.
El uso de la terapia antirretroviral ha reducido de forma espectacular las tasas de morbimortalidad en personas con el VIH. Además de tener un beneficio para la salud individual, el tratamiento antirretroviral disminuye notablemente la capacidad de transmitir el virus a personas sin el VIH.
Para que los pacientes puedan sacar el máximo beneficio al tratamiento es necesario que pasen por cada uno de los diferentes pasos de los que consta la cascada de servicios del VIH: diagnóstico, derivación a la atención especializada, retención en la atención, inicio del tratamiento antirretroviral y alcanzar la indetectabilidad viral.
Sin embargo, en muchos contextos –incluso en países de ingresos elevados–, se registran tasas bajas de vinculación y retención en la atención especializada del VIH. Esto significa que muchos pacientes no están beneficiándose del tratamiento antirretroviral y que, por lo tanto podrían evitarse muertes asociadas al VIH/sida y nuevas infecciones.
En octubre de 2014, el ONUSIDA y la OMS lanzaron el objetivo 90-90-90. Esta meta se basa en conseguir, para el año 2020, que 90% de las personas con el VIH conozca su diagnóstico; que 90% de las personas diagnosticadas reciban tratamiento antirretroviral; y que 90% de los pacientes en tratamiento alcancen la indetectabilidad viral. A diferencia de otros objetivos previos, enfocados únicamente en el número de personas que iniciaban el tratamiento del VIH, la meta 90-90-90 centra su atención en el objetivo final del tratamiento: la indetectabilidad viral. Conseguir el objetivo 90-90-90 significará que, como mínimo, 73% de todas las personas con el VIH tendrán la carga viral indetectable,
una tasa lo suficientemente amplia como para que tenga un impacto importante sobre las tasas de morbimortalidad asociadas al VIH/sida y nuevas infecciones.
Los investigadores suecos utilizaron los datos recopilados a escala nacional para determinar el progreso del país en la consecución del objetivo 90-90-90. La información sobre los pacientes en la atención clínica se obtuvo de estudio de cohorte sueco InfCare HIV. A fines de 2015, la base de datos recogía información de 6.946 pacientes diagnosticados del VIH.
Los datos de los sistemas de vigilancia de la Agencia Sueca de Salud Pública indican que se ha diagnosticado a 90% de las personas con el VIH que viven en Suecia. Todos los nuevos diagnósticos de VIH son notificados a la Agencia de Salud Pública tanto por los laboratorios clínicos como por los médicos especialistas. Con el fin de estimar la vinculación con la atención especializada, los investigadores examinaron todos los nuevos diagnósticos de VIH notificados en 2014. Los investigadores pudieron comprobar que de entre los 471 casos notificados, 469 habían sido derivados a la atención especializada, lo que supone 99,8% de los nuevos diagnósticos de VIH notificados en 2014.
Por lo que respecta a la retención de los pacientes en el seguimiento clínico, los investigadores revisaron los historiales de los 661 pacientes que habían sido dados de alta en la atención especializada en 2013 y 2014. A fines de 2015, 612 de estos pacientes todavía continuaban en la atención médica. El análisis de los 49 pacientes que habían
abandonado aparentemente el seguimiento médico reveló que 29 se habían trasladado al extranjero; 11 habían fallecido; y 9 fueron pérdidas del seguimiento. A otros nueve pacientes no se les había realizado controles de laboratorio los nueves meses previos por lo que se les consideró también pérdidas de seguimiento.
Por consiguiente, 603 de 621 pacientes (97,1%) fueron derivados y retenidos en la atención clínica. A fines de 2015, 6.605 de los 6.946 pacientes (95,1%) incluidos en la cohorte InfCare HIV estaban recibiendo tratamiento antirretroviral. Un total de 6.395 pacientes habían estado tomando tratamiento antirretroviral durante, como mínimo, seis meses y 94,7% de estas personas había alcanzado la indetectabilidad viral (<50 copias/mL). El porcentaje se elevó a 98% cuando se utilizó el umbral de las 200 copias/mL para la indetectabilidad viral.
En sus conclusiones, los investigadores señalan que el objetivo 90-90-90 del ONUSIDA y la OMS dirigido a que 73% del total de personas con el VIH alcancen la indetectabilidad viral se ha logrado en Suecia (90-95-94). Esto significa que, del total de personas con el VIH en Suecia, 90% ha sido diagnosticado; 83% está tomando tratamiento antirretroviral; y 78% tiene la carga viral indetectable. Con todo, consideran que no deberían contentarse con estos buenos resultados sino que deberían continuar mejorando las estrategias de prevención e incrementar sus esfuerzos por diagnosticar a todas aquellas personas que tienen el VIH y no lo saben.
Según los investigadores, entre los factores clave que han facilitado la consecución del objetivo del ONUSIDA y la OMS, figuran el reducido tamaño de la epidemia en Suecia; la legislación sueca que obliga a médicos y laboratorios a notificar los nuevos diagnósticos, y a los pacientes a no abandonar el seguimiento médico; la derivación a centros de atención especializada con equipos multidisciplinares; el acceso gratuito al tratamiento; el elevado nivel de seguimiento de los profesionales sanitarios a las guías clínicas nacionales que, desde 2014, recomiendan el tratamiento antirretroviral a todos los pacientes.
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Fuente: REC