Una cuarta persona en Estados Unidos ha sido diagnosticada con una infección por una bacteria resistente a los antibióticos de último recurso, pero los investigadores informaron que hasta ahora estos precursores de súperbacterias no se han extendido a otros.
El último caso es una niña de Connecticut de 2 años de edad, que fue diagnosticada a principios de este año, informaron el 9 de septiembre los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Ella y otros tres estadounidenses han desarrollado infecciones por bacterias Escherichia coli resistentes a la colistina. Éste es un medicamento antiguo, de amplio espectro, con efectos secundarios significativos, que se reserva para los gérmenes que resisten ya a otros antibióticos de importancia.
A los funcionarios de salud les preocupa que las bacterias resistentes a la colistina propaguen esta característica especial a bacterias que ya son resistentes a otros medicamentos, preparando el escenario para las infecciones de verdaderas súperbacterias que sean resistentes a todos los antibióticos conocidos.
Los investigadores informaron la semana del 5 de Septiembre de 2016 el caso preocupante de un hombre de 76 años de edad atendidos en 2014 en un hospital de New Jersey. En las pruebas de seguimiento de este año, se encontró que había sido infectado por un germen resistente tanto a la colistina como a los carbapenemes, que también están reservados para tratar gérmenes especialmente resistentes.
Ésta fue la primera vez que se informó de este tipo de doble resistencia en Estados Unidos, aunque varios otros casos se han reportado en otras partes del mundo. Todos los casos de Estados Unidos han podido ser tratados con otros antibióticos.
Y, lo que es muy importante, los investigadores reportaron que al parecer la bacteria no ha infectado a otras personas. Cuando la bacteria se propaga, puede encontrar a otras bacterias y transferirles esa cualidad genética, creando mayores oportunidades de que se presente una súper bacteria.
“La pequeña de Connecticut desarrolló diarrea durante un viaje al Caribe en junio. Resulta que otro germen causó sus síntomas, probablemente adquirido en algún alimento que consumió. Sin embargo, las pruebas de laboratorio revelaron que ella también portaba E. coli resistente a la colistina”, dijo Maroya Walters, epidemióloga de los CDC que investigó el caso.
“Ella se recuperó”, dijo Walters. Seis miembros de su familia fueron analizados y ninguno dio positivo para bacterias portadoras del gen de resistencia a la colistina, llamados mcr-1 por los científicos.
El 9 de septiembre, los CDC también actualizaron una investigación sobre uno de los otros cuatro casos de resistencia a la colistina, una mujer de Pennsylvania cuyo caso fue reportado por primera vez en mayo.
Los investigadores no pudieron determinar dónde contrajo la infección, pero analizaron a más de 100 personas, sin encontrar pruebas de que se haya extendido a otra.1
Con base en lo que los investigadores observaron hasta el momento, “tenemos la esperanza de que el riesgo de transmisión a las personas sanas es relativamente bajo”, dijo el Dr. Alexander Kallen, epidemiólogo de los CDC que trabajó en el caso.2
- Puede consultar el artículo completo, en inglés, haciendo clic aquí.
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Fuente: REC