El TAM es un depósito graso que disipa energía a través de la generación de calor. Su cantidad y actividad son normalmente determinadas mediante una combinación de TAC y tomografía, lo que supone una elevada exposición del paciente a radiación ionizante.
Los científicos han descubierto que el TAM libera a la circulación exosomas con elevado contenido en micro-ARNs y que la cantidad de miR-92a en ellas contenida es inversamente proporcional a la actividad del TAM. Los exosomas son pequeñas vesículas lipídicas que contiene diversas moléculas biológicas y sirven como método de comunicación intercelular. Su composición varía en función del estadio de diferenciación celular y de la presencia de procesos patológicos.
De los resultados de un ensayo con 41 voluntarios se desprende que la asociación entre miR-92a y actividad del TAM es estadísticamente significativa, si bien se requiere un estudio confirmatorio mayor, como admiten los autores. No obstante, éstos se muestran convencidos de que miR-92a puede convertirse en un prometedor biomarcador en la evaluación de fármacos contra la obesidad cuyo mecanismo de acción sea la transformación de grasa blanca en marrón.
Fuente: iMédico