El nuevo método detecta prácticamente todas las mutaciones en el gen de la fibrosis quística, previniendo que se pasen por alto diagnósticos que retrasan la capacidad de los bebés para comenzar a recibir el tratamiento esencial.
La fibrosis quística (FQ), que hace que el moco se acumule en los pulmones, el páncreas y otros órganos, es la enfermedad genética mortal más común en los EUA, afectando a 30.000 personas. Para desarrollar la enfermedad, el niño debe heredar dos copias mutadas del gen de la FQ, una de cada padre. Los recién nacidos en todos los estados de los EUA han recibido exámenes de detección primaria para la FQ, desde 2010, pero las pruebas actuales tienen limitaciones.
Los científicos de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, Bethesda, MD, EUA) evaluaron tres familias que han sufrido la enfermedad a través de varias generaciones. La evaluación incluyó un desafío en el vórtice del antebrazo, mediciones de histamina en suero, y los resultados de las biopsias de piel. Se realizó el análisis genético de las familias con urticaria vibratoria por medio de exámenes de asociación, secuenciación del exoma y secuenciación de Sanger.
Los niveles de histamina en suero fueron medidos a partir de muestras de sangre seriadas durante el período de 60 minutos, en el vórtice, después del desafío, usando un inmunoensayo enzimático competitivo (SPI-Bio, Montigny le Bretonneux, Francia). Los niveles séricos de triptasa, en los mismos puntos de tiempo, fueron medidos utilizando el sistema ImmunoCAP 100 (Phadia; Uppsala, Suecia). La inmunohistoquímica se realizó usando el instrumento Discoveery XT con el kit de detección RedMap (Ventana Medical Systems, Tucson, AZ, EUA). La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y la secuenciación de Sanger fueron realizadas de acuerdo con los protocolos estándar. Los equipos realizaron la secuenciación del ADN de 36 miembros afectados y no afectados de las tres familias.
Los científicos encontraron una sola mutación en el gen de adhesión de la Proteína G acoplado al Receptor E2 (ADGRE2) que era compartida por los miembros de la familia con urticaria vibratoria, pero que no estaba presente en las personas afectadas. El gen ADGRE2 proporciona instrucciones para la producción de la proteína ADGRE2, presente en la superficie de varios tipos de células inmunes, incluyendo las células cebadas. En ADGRE2, existe una subunidad beta por dentro de la membrana exterior de la célula y una subunidad alfa en la superficie exterior de la célula. Normalmente, estas dos subunidades interactúan, permaneciendo vecinas, pero en las personas con urticaria vibratoria, el equipo observó una interacción menos estable. Cuando las subunidades se separan, los investigadores creen que la subunidad beta produce señales dentro de las células cebadas que conducen a la desgranulación. Esto es lo que produce la urticaria y otros síntomas de la alergia. El estudio fue publicado el 3 de febrero de 2016, en la revista New England Journal of Medicine (NEJM).
Fuente: LabMedica