Los resultados del ensayo de fase III –en la que se verifica la eficacia del medicamento y se busca determinar manifestaciones de toxicidad previamente no detectadas– contó con la participación de 979 personas voluntarias. Los resultados han mostrado que la nueva prueba (CTB) posee un mejor rendimiento a la hora de detectar la infección tuberculosa que el test actual.
Actualmente, la infección tuberculosa se diagnostica a través de un test cutáneo (prueba de la tuberculina o método de Mantoux) o a través del análisis de la liberación de interferón gamma (IGRAs).
El primero de los dos análisis es fácil de usar y más económico, aunque no distingue entre personas infectadas y las que hayan recibido la actual vacuna contra la tuberculosis o tengan infección por micobacterias no tuberculosas.
Por su parte, los IGRAs tienen una especificidad mayor que permite la diferenciación entre personas con infección tuberculosa y las vacunadas contra la enfermedad; sin embargo son más costosos tanto en tiempo como en dinero.
Según los autores, el nuevo test cutáneo CTB permite también distinguir entre personas con la infección y personas que han sido vacunadas o con otras infecciones, facilitando el diagnóstico.
Así, la CTB simplifica los procesos de diagnóstico en aquellos países en que aún se vacuna contra la tuberculosis, ya que es complejo mantener otras medidas de control de esta vieja enfermedad y así se facilitaría el acceso al tratamiento.
“El test CTB ofrece la misma precisión diagnóstica que las mejores pruebas disponibles, pero en un formato más costoefectivo y fácil de utilizar”, explicó Morten Ruhwald, jefe de Inmunología Humana del Statens Serum Institute.
Uso en menores y pacientes con VIH
Los resultados del estudio revelan además que la CTB tiene una especificidad y sensibilidad similar a los IGRAs y puede utilizarse en menores. En el caso de personas con VIH es igualmente eficaz con recuentos de CD4 superiores a 100 células/mm³.
“Con esta nueva herramienta disponible ahora es posible ofrecer un diagnóstico fiable a las personas que viven en contextos de recursos limitados donde la tuberculosis es endémica, además de reducir gran parte del tratamiento de la infección por Mycobacterium tuberculosis innecesario debido a falsos positivos”, añadió Ruhwald.
Joan Caylà, jefe del Servicio de Epidemiología de la Agencia de Salud Pública de Barcelona e investigador principal en España, afirmó que se trata de una gran noticia “ya que incluso en países de rentas altas en ocasiones no se dispone de laboratorios que realicen IGRAs y en los cribados comunitarios es más práctico realizar una prueba de tuberculina que recoger muchas muestras de sangre. Esperamos que se pueda comercializar pronto”, destacó.
Fuente: REC