CARDIOLIPINAS, ANTICUERPOS (CLASE IgG, IgM, IgA)
Método: enzimoinmunoanálisis.
Muestra: suero.
Valor de referencia:
Anticuerpos anticardiolipinas IgG
Negativo: menor de 20 GPL U/ml
Positivo bajo: 20-30 GPL U/ml
Positivo moderado: 31-50 GPL U/ml
Positivo alto: mayor 50 GPL U/ml
Anticuerpos anticardiolipinas IgM
Negativo: menor de 7 MPL U/ml
Positivo bajo: 7-10 MPL U/ml
Positivo moderado: 11-15 MPL U/ml
Positivo alto: mayor 15 MPL /ml
Anticuerpos anticardiolipinas IgA
Negativo: menor de 10 U arb /ml
Positivo bajo: 10-20 U arb /ml
Positivo moderado: 21-30 Uarb/ml
Positivo alto: mayor de 30 Uarb/ml
Significado clínico:
Son anticuerpos antifosfolipídicos que han sido definidos como autoanticuerpos
(una combinación de anticuerpos IgG, IgM e IgA). La clase IgG es la que
más prevalece y la que tiene mayor correlación clínica.
Los pacientes que tienen altos niveles de IgG son propensos a desarrollar los
síntomas clínicos; es poco común ver trombosis o pérdidas
fetales con isotipo IgM solo.
El síndrome antifosfolipídico se clasifica en primario en pacientes
sin lupus eritematoso sistémico (LES) y en secundario en pacientes con
LES. Ambos se basan en los hallazgos de alguna de las manifestaciones clínicas
(trombosis arterial o venosa recurrente, pérdida de embarazo a repetición,
trombocitopenia y anemia hemolítica) y la presencia de al menos un anticuerpo
antifosfolípidico: anticardiolipinas, antifosfatidilserina o anticoagulante
lúpico (AL). Algunos de estos anticuerpos tienen que ser positivo en
dos ocasiones con un intervalo mayor de 6 semanas.
Los anticuerpos anticardiopilinas están asociados con tromboembolia
recurrente arterial, pérdida fetal recurrente, trombocitopenia, anemia
hemolítica autoinmune, enfermedad neurológica y tal vez, otras
como tiroiditis autoinmune. La unión de estos anticuerpos a la cardiolipina
en pacientes con enfermedades autoinmunes depende de un cofactor proteico: beta-2-
glicoproteína I (beta –2-GPI), también conocido como lipoproteína
H. Esta proteína inhibe ``in vitro´´ la ruta intrínseca
de la coagulación, la agregación plaquetaria dependiente de adenosin
difosfato (ADP) y la actividad protrombinasa de las plaquetas activadas. Se
propone que el blanco de los anticuerpos de los pacientes con síndrome
antifosfolipídicos puede ser la beta-2-GPI unida a fosfolípidos
(esta unión provoca un cambio conformacional en la beta-2- GPI nativa).
El antígeno también podría ser un epitope estructuralmente
definido por ambas: beta-2-GPI y cardiolipinas.
En los pacientes con enfermedades infecciosas (por ejemplo: de Lyme o tuberculosis).,
la unión de estos anticuerpos con los fosfolípidos es independiente
de la presencia del cofactor beta-2- GPI y por lo tanto pueden presentarse anticuerpos
antifosfolípidicos en forma transitoria.. Se han desarrollado ELISA que
detectan beta-2-GPI y miden directamente los anticuerpos que reaccionan con
la misma permitiendo diferenciarlos de los que se unen a cardiolipinas solamente.
Desde el conocimiento de la importancia de la beta-2-GPI en la unión
de los anticuerpos anticardiolipinas, los ensayos para investigar la presencia
de estos anticuerpos utilizan, para mejorar su sensibilidad y especificidad,
beta-2 -GPI en la fase sólida y en el diluyente.
Ver Laboratorio en las Enfermedades Autoinmunes
Utilidad clínica:
- Diagnóstico de síndrome antifosfolipídico, que
se define como la presencia de anticuerpos antifosfolipídicos
y/o inhibidor lúpico, cuyas manifestaciones clínicas son
las siguientes:
- Trombosis arteriales o venosas
- Abortos
-Trombocitopenias
- Monitoreo: en pacientes con LES que presentan títulos altos
de anticuerpos anticardiolipinas se utiliza como seguimiento, ya que
es marcador de riesgo tromboembólico.
- Diagnóstico diferencial de trombosis recurrente, síndromes
lupus like, pérdida fetal recurrente,
hemorragia severa.
Variables por enfermedad:
Se detectan en el 30-40% de pacientes con LES. Aparecen también en otras
enfermedades autoinmunes y en personas que manifiestan una o más complicaciones
asociadas con la presencia de estos anticuerpos.
Aumenta en enfermedades cardíacas como infarto de miocardio, hipertensión
arterial pulmonar primaria, valvulopatía aórtica no reumática,
falla reproductiva autoinmune, infección por HIV, malaria ,enfermedad de
Lyme, linfoma no Hodgkin, leucemia mieloide aguda, hipofunción adrenal,
gammapatia monoclonal de origen indeterminados (MGUS), enfermedad cardíaca
arterial, embolismo pulmonar, arteritis temporal, trombosis venosa profunda, endometriosis,
infertilidad inexplicable, abortos recurrentes, esclerosis sistémica.
Falsos positivos: sífilis y algunas infecciones; ej. En pacientes con SIDA
(todos éstos con títulos más bajos).
Bibliografía:
1. LotharT. Clinical Laboratory Diagnostics: Use and assessment of clinical
laboratory results, English edition, 1998.
2. Jacobs D.S., Demott W.R. Grady H. et al., Laboratory Test Handbook,
Edit by Lexi-Comp Inc., Cleveland, United States of America, 4th edition,
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3. Tietz N. W. Clinical Guide to Laboratory test, edited by W.B. Saunders
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4. Young D. Effects of Preanalytical Variables on Clinical Laboratory
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